La etiqueta de eficiencia energética consiste en una herramienta que nos permite clasificar energéticamente las ventanas que vayamos a utilizar o comercializar. La sustitución de ventanas poco eficientes por otras de mejores prestaciones energéticas, es una de las medidas más fáciles y rápidas de realizar en los hogares. Es absolutamente comprobable que la utilización de ventanas eficientes permite reducir tanto las pérdidas energéticas en las viviendas como las facturas de consumos energéticos.
El Instituto Argentino de Normalización y Certificación, (IRAM), publicó el pasado 16 de mayo la norma 11507-6 «Etiquetado de eficiencia energética para ventanas exteriores«. El estudio correspondiente se inició en el año 2012 por pedido del entonces secretaria de energía de la nación y contó durante estos 6 años con análisis de la participación de los principales protagonistas del mercado de la ventana. La norma establece un método comparativo para definir la eficiencia energética de las ventanas, diferenciando los períodos de calefacción y refrigeración, además de establecer 5 zonas del país para clarificar el etiquetado.
Las variables que definen la clasificación son: La transmitancia térmica de vidrios y perfiles, (indicador del flujo de energía mediante la ventana desde el lado caliente hacia el lado frío); el factor solar de vidrios y perfiles, (mayor o menor transmisión de la radiación solar hacia el interior de la vivienda); y la infiltración del aire, (factor que dependerá de la permeabilidad de la ventana).
Actualmente, el ministerio de energía de la nación está trabajando a los fines de implementar un software gratuito online que permitirá emitir las etiquetas en forma sencilla y controlada.